¡Vaya semana repleta de experiencias! y es que adentrarnos en la diversidad es una verdadera aventura. Esta vez profundizamos en la diversidad intercultural y la diversidad funcional.
En nuestra sociedad hay mucha diversidad cultural, pero esta vez nos apetecía volar, así que nos hemos embarcado en distintos viajes para acercarnos a las distintas culturas.
Primero preparamos nuestro pasaporte para después viajar a África, conocer algo de sus gentes, animales, entorno y su propia diversidad interna y para llevarnos un recuerdo realizamos un auténtico collar africano.
También hemos viajado a Latinoamérica y a Asia, siguiendo el mismo esquema. En Latinoamérica conocimos la Wiphala, una bandera que une a muchas comunidades indígenas, ¡qué mejor muestra de diversidad! En Asia conocimos una comida típica de Japón, el sushi, e hicimos nuestra propia versión que quedó riquísima.
Por último viajamos a Australia un lugar bastante particular, con unos animalitos extraños y donde también existen personas que llevan muchísimos años en ese lugar, comunidades aborígenes, de las que aprendimos que usan el bumerang como arma para ayudarse en la caza o en las distintas disputas entre tribus, y probamos a hacer los nuestros de papel.
Para acercarnos a la diversidad funcional y sentir empatía real, lo mejor es sentirlo en nuestra propia piel. Por ello durante la jornada realizamos los distintos juegos con algunas dificultades en alguna extremidad o sentido. Además salimos tod@s al parque con los ojos vendados para afinar los demás sentido y ponernos en la piel de las personas invidentes. Además se celebró el Primer Festival de Cortos sobre Diversidad Funcional, donde tuvimos el mejor jurado posible.